Las restricciones en la movilidad impuestas por el gobierno de Malí en respuesta al COVID-19 ha provocado que las personas más vulnerables de las áreas de Koulikoro y Kalana, donde trabaja Medicus Mundi norte desde hace años, se hayan encontrado muchos problemas a la hora de acceder a alimentos de primera necesidad: cereales, leche, aceite, azúcar y productos de aseo. Las dificultades de acceso a estos productos han tenido como consecuencia un aumento de los precios. Al pequeño comercio no le resulta rentable adquirir la mercancía en estas condiciones por lo que se ha producido un desabastecimiento que afecta directamente a la población más humilde.

Por ello, Medicus Mundi norte ha decidido destinar el apoyo económico proporcionado por la Fundación Alimerka a través de su ayuda extraordinaria de cooperación a la adquisición de productos básicos y a su reparto entre las familias más afectadas. Para ello contará con el apoyo, como siempre, de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora, así como de los líderes locales, que les ayudarán a detectar los casos que precisen más ayuda en estos momentos.

Los productos repartidos son: arroz, legumbres, aceite, sal, pasta, huevos, leche así como artículos de higiene, fundamentales para la prevención de la enfermedad.

La Fundación Alimerka ha colaborado de forma continuada con los proyectos de Medicus Mundi norte en esta zona de Malí desde 2015. Cada año la entidad ha recibido apoyo para la atención a pacientes en el dispensario de Kalana y para el centro nutricional para menores. Además, en 2017 la ONGD fue galardonada con el Premio Luis Noé Fernández en la categoría de Lucha contra el hambre por un proyecto en Koulikoro que tenía como objetivo promover la autosuficiencia de las mujeres viudas de la aldea mediante la gestión de sus propios huertos: “Senekela Sisibere – El esfuerzo de las cultivadoras”.