Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Personas Sordociegas, la Asociación de Sordociegos de Castilla y León (ASOCYL) celebró su acto anual en Valladolid en el que tuvo lugar la entrega del premio «Más allá de los sentidos». La asociación otorga este reconocimiento para agradecer la sensibilidad y el compromiso hacia la sordoceguera.

El director de la Fundación Alimerka, Antonio Blanco, recogió el premio en un acto muy emotivo en el que participaron multitud de artistas de diferentes disciplinas que escenificaron las diferentes situaciones y vivencias que experimenta una persona con esta doble discapacidad sensorial. Uno de los momentos más emocionantes lo protagonizó la poesía «Más allá de los sentidos», de Fran Soto, que la recitó junto a una intérprete de lengua de signos y acompañado de la música de un violín y una guitarra interpretando el Canon de Pachelbel.

Y si se apagase la luz…

Incluso la noche más oscura del alma esconde tras la negrura el tesoro de las estrellas,

no las puedes ver, no has estado nunca en ellas, pero algo en tu interior te susurra; ahí están,

casi puedes tocarlas, sentir su calor en la lejanía, en el tacto de a quien le importas.

Y si el silencio fuera absoluto, si te taparan los oídos;

el lenguaje del cuerpo lleva implícito el ritmo de los sentimientos,

el delicado movimiento en los músculos y huesos de los interpretes

que provocan la sinfonía de cariño que ha de acompañarnos.

En una leve vibración escondida toda la música del mundo, en las yemas de los dedos

las claves para derribar los barrotes que desean aprisionar el alma.

Como en un milagro las manos se deslizan por las manos, pequeños gestos,

casi imperceptibles signos que nos hacen imaginar, emocionarnos.

A fin de cuentas el sentimiento es la expresión absoluta de la vida.

Y si te taparan los ojos, si te cubrieran de vacío los oídos;

se ocultaría el bosque, desnudos de imagen los árboles,

pero no su fragancia, el tacto de su áspera corteza,

 el aroma de la hierba después de la lluvia, la humedad erizando nuestro vello

y en las palmas de las manos

dibujado el color de las flores en la destreza de un mediador, las formas de la existencia.

Somos mitades explorando mitades, no venimos a este mundo para estar solos.

Como en un puzle nos complementamos, la generosidad sólo puede traer generosidad;

todos somos intérpretes.

Héroes que caminan por la vida sin más poderes que los que otorga

un bastón blanco con dos franjas rojas,

superhombres y supermujeres, ni sordos, ni ciegos,

sordociegos, habitantes radiantes de un universo de luz oscura;

titanes en aquello de sentir, de aferrarse con fuerza a la vida con normalidad,

más allá de los sentidos, en un lugar donde es el corazón quien manda.

La Fundación Alimerka colabora con ASOCYL apoyando diferentes proyectos. El último, financiado mediante la convocatoria anual de ayudas 2018, es uno de los más valorados por los usuarios: la ayuda especializada a domicilio.